Un brutal suceso conmocionó a la ciudad de Jacarezinho, en el norte de Paraná, Brasil, cuando el cuerpo de una joven de 21 años fue descubierto junto a sus dos hijos sin vidas la noche del pasado lunes.
La mujer, junto con sus hijas de 5 años y un bebé recién nacido, fueron encontradas sin vida en la misma cama, lo que hizo creer que la familia había perdido la vida hacía al menos desde tres días por el fuerte olor, lo que llamó la atención de un vecino que de inmediato llamó a la policía.
El cuerpo de Ellen Craveiro y sus hijos Ana Clara, de cinco años, y el bebé Antonio Gabriel fueron localizados la noche del lunes (22 de mayo). El dueño del inmueble, vecino vecino, fue quien llamó a la policía. Según la mujer, la familia llevaba allí tres meses y Ellen llegó aún embarazada.
Según el propietario, Ellen habría declarado que el sospechoso exigió una prueba de ADN en relación con el bebé, lo que generó sospechas de paternidad. El vecino, sin embargo, dice que el niño es «la viva imagen de su padre».
En principio se pensaba que la misma madre le había quitado la vida a sus hijos y luego se había quitado la vida, pero luego de más investigaciones, las autoridades confirmaron que el hecho fue cometido por otra persona.
Hasta el momento hay un hombre detenido como el principal sospechoso, pero este no ha confesado el crimen.
