
Tu vagina tiene un ecosistema dinámico y delicado. Se compone de un equilibrio específico de bacterias, pH y humedad. Este equilibrio se cambia fácilmente dentro y fuera del cuerpo y se altera con facilidad.
Es común notar diferentes tipos de flujo vaginal durante el ciclo menstrual. Esto se debe a que la apariencia, la consistencia y la cantidad circulan con las hormonas. El flujo vaginal también cambia cuando estás excitada sexualmente y durante y después del embarazo.
Sin embargo, un cambio repentino en el olor, el color o la consistencia de las secreciones puede indicar que está sucediendo algo más, como: B. Infecciones que requieren tratamiento.
¿QUÉ SE CONSIDERA UNA SECRECIÓN VAGINAL «NORMAL»?
COLOR Y CONSISTENCIA DE LA SECRECIÓN VAGINAL
Las secreciones cambian con la producción de líquido cervical en el cuerpo. Tiende a ser más seco/pegajoso al principio del ciclo y es posible que no notes ninguna secreción. En la segunda mitad de la fase folicular (primera etapa del ciclo) será cremoso y blanquecino. Justo antes y después de la ovulación, se estira como la clara de huevo, está húmedo y tiene una sensación de transparencia. Inmediatamente después de la ovulación, el flujo se vuelve seco/pegajoso nuevamente. Cuando se seca sobre la ropa interior, la secreción es blanca o ligeramente amarilla y parece tela.
VOLUMEN DE LA SECRECIÓN VAGINAL
La mayoría de las personas notan un aumento del flujo vaginal en las primeras etapas del ciclo, especialmente en los días previos y durante la ovulación, y se mantiene así hasta el final. Además, cuando está excitada sexualmente, es posible que tenga más flujo vaginal.
OLOR DE LA SECRECIÓN VAGINAL
Un flujo vaginal típico puede ser inodoro o tener un olor suave que no sea desagradable. Se mezcla con la orina y la sangre durante la menstruación y puede afectar el olor de la ropa interior. Conocer su propio olor característico es muy importante para detectar cambios.